Continúa el estado sensible, que te incita a ver fragmentos que empeoran la situación, una novela dónde los protagonistas congenian de maravilla, no les importa nada ni nadie, ni terceras personas, ni el dinero, ni mucho menos la edad.
Surgen ciertos problemas que parecen acabar con la relación, pero todo es más fuerte y la relación sale a flote, como cualquier cuerpo en el mar. Así es como acaba mi romántica película, felices y comiendo perdices.
Y me pregunto...¿por qué la vida, no es como en las películas? Pasete lo que te pase, malo o peor... siempre sabes que al final del trayecto, te espera la felicidad.
Y en la realidad no es así, ni mucho menos, ella intenta vivir pero siempre está quien le pone barreras, para que se tropiece con ellas y no la deje descubrir si podrían vivir los dos juntos en el faro, por una temporada, como ocurre en la ficción:
N: -¿Te gusta este faro? Il Faro dell Isola Blu
A: -No está mal
N: -Mira lo que pone: Puedes hacerte vigilante del faro una temporada, ¿no te gustaría?
A: -¿Qué?
N: -Vivir en un faro una temporada
A: -Sí, genial, pero prácticamente imposible.
N: -Si claro, tu eres un esclavo del sistema.... Así te pierdes todas las cosas bonitas de la vida...
Son personas con suerte aquellas que no se sabe nada de ellos, ya que hay quien dice que todavía no han salido del faro. ESTABAN JUNTOS Y EL RESTO DEL MUNDO SE LES OLVIDÓ.
"El verdadero amor es como los fantasmas, todos hablan de él, pero son pocos los que lo han visto de verdad"
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